18.2.12

El cuerpo que habito

Estos días pensaba en algo que quedó atrás, algo que no se bien que es, me transformé en estos últimos años. A veces lo extraño, me extraño y me quiero recuperar pero ya hice demasiados cambios.
Es mas bien una melancolía que no conocía.
En ese algo estaba por ejemplo el cigarrillo, no lo extraño pero tampoco me arrepiento de haber fumado porque como dice Paul Auster en esta nota "había demasiado placer en eso". 
En el cigarrillo estaban también las charlas eternas con amigos, las horas largas de trabajo, la universidad, la despreocupación por la salud, algo de adrenalina y la ausencia de esta tos que aparece de tanto en tanto.

“No tengo ninguna enfermedad, los anteojos no me molestan, supongo que lo que me preocuparía es mi pasión por los cigarrillos, tengo más tos que la que tendría que tener y sé que eso me va a hacer mucho daño al final. Pero no puedo parar y parte de mí no quiere parar. Yo sé que (Samuel) Beckett, que me gusta mucho, murió a los 83 y era un gran fumador, tenía un enfisema, bebía, y eso probablemente lo mató. Pero él decía que no se arrepentía de haber fumado porque había demasiado placer en eso. Hay un librito sobre Beckett, se llama Cómo fue, lo escribió Anne Atik, una joven poeta norteamericana. Ella cuenta que cuando le dijo que iba a dejar de fumar, él respondió: “¿Y qué haremos? ¿Cómo vamos a vivir? ¿Cómo pasaremos la noche?” No es que sea un buen ejemplo...

Seguí leyendo y encontré que parte de la respuesta a la transformación es compartir con otra persona tu vida.

He pasado la mitad de mi vida con Siri, 31 años juntos. Y cuando miro hacia atrás, veo que seguimos evolucionando, que las cosas siguen cambiando. Lo más gracioso después de haber estado con alguien durante tanto tiempo es que terminás tan ligado emocionalmente, mentalmente, que muchas veces sabés exactamente lo que el otro va a decir. Por ejemplo, el año pasado, volvimos a tener la misma respuesta ante algo. Sacamos a colación la misma historia para describir algo. Y me di vuelta y dije: “Si viviéramos juntos durante cien años, seríamos la misma persona”.

Y mas adelante me encontré con otra parte y una transformación mas que todavía no vivo pero que me aparece como pregunta.

Nunca he tenido una idea de qué es un padre, sos lo que sos y lo hacés lo mejor que podés. Además, cada chico es diferente, unos son sensibles, otros son tan duros que aunque los golpees no te van a hacer caso, no sé cuál es la regla, es un trabajo duro.

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