Cuando era chica quería un "chiquito maravillo". Eran esos muñecos regordetes, con hoyuelos y pelo de lana.
Mi amiga M tenía uno y lo había registrado como su "hijo muñeco".
Mi abuelo sabía que quería eso y me lo regaló!
Cuando abrí el paquete llegó la desilusión ERA LA IMITACION!, no era el de la tele.
Me enojé, me encapriché, grité que no era ESE!!
Mi mamá me explicó lo que había sido para mi abuelo encontrar ese muñeco y regalarmelo.
Al segundo empecé a llorar sintiendome mal por haber sido mala con mi abuelo. Estaba angustiada, pero de ahí en mas me dí cuenta que los regalos tienen la preocupación, el pensamiento, la buena voluntad, la gracia, el encanto, la sonrisa de quien te lo regala y no importa que sea, es cariño y amor.
Quise mucho a mi chiquita maravillosa con pelo rojo de lana y hoyuelos y creo que todavía la tengo en algún lugar de la casa de mi mamá.
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